La empresa mexicana Zeta Gas invertirá 80 millones de euros en una planta de gas licuado, que construirá entre Alumbres y Escombreras, para comenzar en 2020 a vender bombonas de butano y propano, así como gas a granel mediante camiones cisterna. El proyecto prevé construir una factoría, una zona de almacenamiento y un sistema de carga y descarga por medio de un brazo marino.
Se trata de un proyecto iniciado en 2002, pero que por problemas en la construcción de un oleoducto y el cambio de estrategia de la compañía fue paralizado. En 2012 hubo un intento de impulsarlo, pero la crisis hizo que, otra vez, fuese retrasado. Del total, la empresa ya ha gastado 30 millones en hacer tres naves de almacenaje.
En la fase de construcción intervendrán unas 500 personas, aproximadamente, de más de 120 empresas. Cuando entre en funcionamiento, la empresa creará unos 50 puestos de trabajo directos y unos 160 indirectos, informaron ayer fuentes municipales.
Gasoducto de 7 kilómetros
El objetivo de la multinacional es introducirse en el mercado europeo del gas licuado a través de esta planta, que recibirá por barco la materia prima procedente del Golfo Pérsico y el norte de África. La nueva fábrica prevé un almacenamiento operativo de 5.000 toneladas y otro estratégico de 30.000, que llegarán a la nueva infraestructura a través de un gasoducto de 7 kilómetros que unirá las instalaciones de la planta y el puerto.
Los responsables de la multinacional en España mantuvieron ayer una reunión con la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, en el Palacio Consistorial.